¿ESTAN CONSCIENTES?

Se pregunta si acaso los candidatos tienen conciencia de la tarea que deben asumir. No hay manera de arrumbar la desquiciada barca del Estado sin una enorme dosis de disciplina financiera aplicada desde el primer día de gobierno y antes que caiga el precio del petróleo en los mercados mundiales. Desde el primer día de la victoria electoral, el nuevo Presidente debe pedir al actual prepare una propuesta presupuestaria basada en un precio del petróleo de 16 o 17 dólares por barril y no las cifras desquiciadas de las que se hablan actualmente y, al mismo tiempo, exigir (con el poder del voto fresco) al Congreso una ley para la creación inmediata de un verdadero Fondo de Estabilización petrolera sin prebendas ni preasignaciones. Pero eso significa un cambio de enfoque y de tendencia radical. Significa por lo menos congelar el gasto público en los niveles alcanzados en el año 2002.