LA ILUSION DE LA ESTABILIDAD

La estabilidad atrae todas las ilusiones. Desde esa perspectiva, los que defienden la dolarización concluyen que la economía se ha estabilizado. La desaparición de las devaluaciones los asiste en sus argumentaciones. El asunto no es tan simple. ¿De qué estabilidad se habla? ¿Con la dolarización se logró al menos la estabilidad de precios? No. La inflación, exacerbada por la misma dolarización, alcanzó el pico histórico más alto en septiembre de 2000 con 108 por ciento, para empezar, solo entonces, un lento descenso hasta 12,9 por ciento anual -en dólares- en agosto, a más de 30 meses de impuesta la dolarización. La reducción de la inflación se pudo alcanzar con otro manejo cambiario menos traumático y por cierto más efectivo. Si por estabilidad real se entiende una evolución de la economía que evite la sucesión de grandes auges y caídas, un manejo flexible del tipo de cambio es superior al sistema de cambio fijo en el tiempo. Por eso, aun cuando la inflación llegue a un dígito, no representa por sí misma una real estabilidad macroeconómica.