EL ACUERDO CON EL FMI

La discrecionalidad o los porcentajes predeterminados para el uso del Fondo de Estabilización Petrolera sigue siendo el meollo del debate para la aprobación de la Ley Fiscal, todo juega a favor del Gobierno, que en su veto parcial señaló un 70 por ciento para reducir la deuda pública, incluida la del IESS; 20 por ciento para catástrofes naturales y 10 por ciento para educación y salud. En el camino, el Gobierno hizo un alcance que tiene el apoyo de la bancada socialcristiana. En él se especifica que el 70 por ciento será para recomprar deuda externa y cancelar el pago al IESS, que según Economía y Finanzas no será menor a 1 600 millones de dólares. ¿El esfuerzo será suficiente para alcanzar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)? En el Ministerio de Economía no se aceptan como válidos los argumentos del FMI para desconfiar del Gobierno. El cortocircuito es, más bien, conceptual, y se resume en la presión inusual sobre un país que no ganará nada con la moratoria y que sigue considerándose un socio de Estados Unidos. El mensaje de Economía es claro: el Gobierno cuenta con los desembolsos pero quiere preservar su espacio, más aún cuando exhibe indicadores promisorios. Ahora espera engranar la Reforma Fiscal con los tiempos del FMI. Y parece que lo logrará.