EL MANEJO DE LA GLOBALIZACION

El actual galardonado con el Premio Nóbel de Economía y ex Vicepresidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, dijo hace escasos días "que las naciones que han manejado la globalización por sí mismas, como las del Este de Asia, se han asegurado en términos generales de obtener grandes beneficios y de distribuirlos con equidad"; mientras que "las naciones que han dejado que la globalización les sea manejada por el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones económicas internacionales no han obtenido tan buenos resultados". "El problema, por lo tanto, dice, no reside en la globalización en sí, sino en la forma de manejarla". Así planteado, el proceso globalizador en sí no parece bueno ni malo. Los malos son quienes lo han administrado, lo cual conduce a poner énfasis en la capacidad de los gobiernos y en la calidad de su gestión. ¿Cuánto de verdad encierra este aserto? La globalización actual, de las características señaladas, es difundida, básicamente, por instituciones internacionales al servicio casi exclusivo del capital trasnacional y de los países desarrollados que desde hace ya muchísimos años consolidaron sus fronteras, se constituyeron en naciones, superaron formas atrasadas de producción, alcanzaron niveles cada vez más altos de civilización, consolidaron un desarrollo capitalista que entró ya en decadencia. Esta globalización que exige la liberalización de los mercados, la privatización, la desregulación, provoca efectos cada vez más destructores y perjudiciales para la mayoría de los países del mundo.