UN TEMA PARA PREOCUPARSE
Tema(s): En: El Telégrafo 9 jul. 2001, p. A. 2Resumen: La crisis económica que entrampa a Argentina, amenaza con proyectarse a otras economías de la región latinoamericana. Ahora se cree que la dolarización es un escudo necesario y suficiente para prevenir el impacto de un nuevo cataclismo en el sector externo. Y ése es un error grave. Es que si en Ecuador la Carta de Intención es el Plan Económico del régimen, no hay salidas para la economía porque sus objetivos siguen siendo una reiteración de las fórmulas que se expresan en mayores impuestos y endeudamiento. Es más: careciendo como carece de acciones orientadas a inyectar vida a la producción, los ataques externos que sobrevendrían por un agravamiento de la crisis argentina morderán al corazón de la actividad económica. La única manera de conferirle consistencia a la dolarización está en estimular la productividad. Esto requiere urgentes decisiones, cuyo principio descansa en no poner todos los huevos en la sola canasta del salvataje a la banca. Y para no cometer semejante desatino, hay que volver los ojos a la agricultura, a la pesca, a la minería, a la industria, a la generación de empleo. No sé de cuánto tiempo se disponga para evitar un desastre con la dolarización. Pero lo que pasa con Argentina es un tema que debe llevar ¡ya! a la preocupación.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 9 jul. 2001, p. A. 2 | Disponible |
La crisis económica que entrampa a Argentina, amenaza con proyectarse a otras economías de la región latinoamericana. Ahora se cree que la dolarización es un escudo necesario y suficiente para prevenir el impacto de un nuevo cataclismo en el sector externo. Y ése es un error grave. Es que si en Ecuador la Carta de Intención es el Plan Económico del régimen, no hay salidas para la economía porque sus objetivos siguen siendo una reiteración de las fórmulas que se expresan en mayores impuestos y endeudamiento. Es más: careciendo como carece de acciones orientadas a inyectar vida a la producción, los ataques externos que sobrevendrían por un agravamiento de la crisis argentina morderán al corazón de la actividad económica. La única manera de conferirle consistencia a la dolarización está en estimular la productividad. Esto requiere urgentes decisiones, cuyo principio descansa en no poner todos los huevos en la sola canasta del salvataje a la banca. Y para no cometer semejante desatino, hay que volver los ojos a la agricultura, a la pesca, a la minería, a la industria, a la generación de empleo. No sé de cuánto tiempo se disponga para evitar un desastre con la dolarización. Pero lo que pasa con Argentina es un tema que debe llevar ¡ya! a la preocupación.
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