COMO GATO EN EL TEJADO

Domingo Cavallo no se engaña. Sabe que los días de la convertibilidad en Argentina están contados, porque el dólar constituye un anclaje demasiado duro para el peso, en medio de un gran competidor como Brasil y frente a las proyecciones del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Por eso ahora echa mano al euro, para crear un esquema de convertibilidad mixto que incluso puede incluir al yen como medida salvadora. A estas alturas para nadie es un secreto que la preocupación de Cavallo es resolver una dificultad tan seria como encontrar la cuadratura del círculo: cómo devaluar sin romper la convertibilidad. Y de aquí nacen lecciones para Ecuador. A Cavallo le queda una leve posibilidad: recurrir a la devaluación para salvar los desequilibrios de la economía argentina. Por eso quiere al euro y está como gato en el tejado, buscando el sitio más seguro para lanzarse. En cambio en Ecuador la devaluación es factual y nadie la detiene; al contrario, se la quiere precipitar elevando el impuesto al valor agregado y las tarifas de los servicios públicos. Esas son las consecuencias del salto al vacío que Mahuad dio la trágica noche del domingo 9 de enero de 2000.