CUIDADO CON LA ADICCION AL IVA

Las drogas matan. Y las peores, por sus masivos efectos, son las económicas, como lo experimentamos desde hace casi dos décadas. Estamos enviciados en un ajuste fondomonetarista interminable. Hoy, nuevamente desesperados por equilibrar el Presupuesto, recurriendo al chantaje abierto del FMI, que dizque se iría si el Congreso no sube el impuesto al valor agregado (IVA), este tributo pasaría del 12 al 15 por ciento, para recaudar unos US 180 millones. El IVA, un impuesto indirecto, se traslada directamente al consumidor por la existencia preminente de oligopolios. Al ser un impuesto regresivo, afecta relativamente más al que menos tiene. Su impacto inflacionario, empobrecedor de las masas, se complica más por la caída de la capacidad de compra de los consumidores. Es un factor adicional que frenará la reactivación económica. Y peor aún, en poco tiempo, por la facilidad en su cobro, los gobiernos se volverán adictos a este tributo, símbolo de la debilidad estatal para cobrar los impuestos directos y progresivos a los que más ganan y más tienen. Así empezó Argentina con la convertibilidad, hoy el IVA va por el 22 por ciento. ¿Cómo alcanzar un equilibrio fiscal en la actual coyuntura? Hay que empezar por las aduanas. Allí perdemos unos US 1.200 millones al año. ¿Caray, cuándo podremos decirle no a las drogas?.