UN IMPASSE DE 15 AÑOS

El debate sobre la Ley para la Promoción de Inversión y Participación Ciudadana es una reiteración de la pugna que ha soportado el Ecuador en los últimos 15 años y que la clase política no encuentra formas de arreglarla. Del Ecuador se dice que es el país 'más atrasado' de América Latina en relación con el proceso modernizador. Aquí, los sectores eléctrico, de telecomunicaciones, la seguridad social y buena parte de la industria petrolera, continúan en manos del Estado. Pero lo que más sorprende es que ese 'atraso' no pueda traducirse en un aprendizaje respecto de las experiencias de otros procesos privatizadores de América Latina. El Tribunal Constitucional tiene una decisión clave en sus manos. Lo que debe quedarle claro al país, a sus dirigencias políticas, es que ninguno de los modelos puede imponerse sobre el otro, carecen de la fuerza social y política para hacerlo. En consecuencia, prolongar el debate llevaría a un impasse adinfinitum, mientras vemos cómo el país se desmorona por la falta de entendimientos. Si nadie puede triunfar, si los dos modelos carecen de la fuerza para imponerse sobre el otro, la única salida es la búsqueda de una tercera fórmula.