FMI
Tema(s): En: Hoy 9 nov. 2000, p. A. 4Resumen: Las principales observaciones u objeciones realizadas por el la última misión del FMI son: la ejecución de la reforma tributaria pendiente, el fortalecimiento del sistema financiero nacional, la recuperación de créditos en manos de la AGD, mayor agilidad en el proceso privatizador y de modernización del Estado, y la demostración fehaciente de que el país es capaz de ordenar sus finanzas a mediano y largo plazo. El Gobierno debe tomar en serio las observaciones realizadas, proponerse subsanar los problemas mencionados, buscando el apoyo legislativo necesario para completar las reformas que todavía están pendientes, no por dar gusto o someterse a los dictámenes del FMI, sino por culminar efectivamente con éxito el proceso iniciado, con la decisión de dolarizar nuestra economía y adoptar este signo monetario que, obviamente, exige de nuestros gobiernos un manejo mucho más ortodoxo y ordenado de nuestra economía que el que se hizo en el pasado.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 9 nov. 2000, p. A. 4 | Disponible |
Las principales observaciones u objeciones realizadas por el la última misión del FMI son: la ejecución de la reforma tributaria pendiente, el fortalecimiento del sistema financiero nacional, la recuperación de créditos en manos de la AGD, mayor agilidad en el proceso privatizador y de modernización del Estado, y la demostración fehaciente de que el país es capaz de ordenar sus finanzas a mediano y largo plazo. El Gobierno debe tomar en serio las observaciones realizadas, proponerse subsanar los problemas mencionados, buscando el apoyo legislativo necesario para completar las reformas que todavía están pendientes, no por dar gusto o someterse a los dictámenes del FMI, sino por culminar efectivamente con éxito el proceso iniciado, con la decisión de dolarizar nuestra economía y adoptar este signo monetario que, obviamente, exige de nuestros gobiernos un manejo mucho más ortodoxo y ordenado de nuestra economía que el que se hizo en el pasado.
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