TRANSFORMANDO GUIJARRO EN JOYAS DE ORO...

Lo que se consiguió en el Club de París no es novedoso. Para obtenerlo, nada más había que colocarse en la fila. La posibilidad de que una fracción de la deuda sea transformada en inversiones sociales recae en el ámbito bilateral. No es tarea del Club de París. Hace años los belgas ya nos condonaron sin condiciones, los suizos nos perdonaron estableciendo un fondo de contravalor para inversiones sociales y los alemanes nos borran fracciones de una deuda que no les pagábamos... Los montos que consigan por esta vía siempre serán muy limitados, por más que los infle la demagogia oficial. Por igual, engañosos son los resultados obtenidos con los Bonos Global. ¿Tanto ruido para qué? ¿Para tener la opción de volver a endeudarnos? Sí, para eso sirven los 'éxitos' de las renegociaciones, para contratar nueva deuda destinada a financiar la dolarización. Cuánta razón tenía Simón Bolívar cuando afirmaba que "los prestamistas y sus intermediarios, sabios en artes de alquimia, convierten cualquier guijarro en joya de oro."