LAS RAZONES DEL FMI

El objetivo fundamental de la Carta de Intención suscrita entre el Gobierno ecuatoriano y el FMI es poner en marcha una política de eliminación de los desequilibrios macroeconómicos del país y que han generado la recesión, la inflación, la devaluación y el aumento desmesurado de la pobreza. El desequilibrio fiscal ha contribuido a la inflación y la devaluación, lo cual ha llevado al país al borde de la bancarrota. Las únicas dos formas de revertir este desnivel fiscal son, o aumentar los ingresos o bajar los gastos, o una combinación de los dos. En otros términos, el futuro económico dependerá de las reformas estructurales. Pasos importantes en estas reformas se dieron con la aprobación de la Ley de Transformación Económica del Ecuador, pero falta más. La carta contempla reformas en el sector financiero, una reforma tributaria, el inicio de un proceso de privatización y otras medidas indispensables si el país desea enfrentar con éxito los desafíos del mundo globalizado y los requisitos de la dolarización. La mayoría de las críticas a la Carta de Intención está en que no presta suficiente atención al sector productivo ni a los programas sociales. Pues el FMI es una institución especializada en trabajar con problemas macroeconómicos no es un organismo de apoyo al sector productivo ni al sector social. Para eso existen el Banco Mundial, el BID, la CAF, los organismos bilaterales y las ONG.