LA ECONOMIA SIN PROGRAMA
Tema(s): En: El Telégrafo 20 mayo. 2000, p. A. 2Resumen: Cuando los miembros del foro económico advirtieron hace varios días que el régimen carecía de un programa económico, y que apenas podía tomarse por tal, los términos que constan en la Carta de Intención suscrita con el FMI, no únicamente identificaron la mayor debilidad de la dolarización, sino que expresaron preocupación por una realidad que desde el gobierno de Mahuad y más atrás, desde el interinazgo de Alarcón se expresa en la adopción reiterada de ineficaces medidas de política fiscal y monetaria, cuyas características han sido la sumisión a los dictados al FMI, y las secuelas de mayor pobreza y desempleo sobre la población. Una pregunta fundamental que cabe hacerse respecto a la dolarización, tiene que aludir inexcusablemente a sus proyecciones no sobre la mera estabilidad del tipo de cambio, sino como instrumento para promover la producción. Ahí, en ese detalle que parece tan elemental, reside el verdadero objetivo de cualquier política económica. Es que el problema apremiante para las familias ecuatorianas, es la falta de oportunidades de empleo. En consecuencia lo verdaderamente importante no estriba en aumentar sueldos y salarios que sí es necesario sino en estimular a la construcción, la agricultura, la pesca, la minería, y la industria, con el fin de que puedan recuperar sus niveles de operación al ritmo que registraban antes de 1997.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-024240 (Navegar estantería(Abre debajo)) | El Telégrafo. 20 mayo. 2000, p. A. 2 | Disponible |
Cuando los miembros del foro económico advirtieron hace varios días que el régimen carecía de un programa económico, y que apenas podía tomarse por tal, los términos que constan en la Carta de Intención suscrita con el FMI, no únicamente identificaron la mayor debilidad de la dolarización, sino que expresaron preocupación por una realidad que desde el gobierno de Mahuad y más atrás, desde el interinazgo de Alarcón se expresa en la adopción reiterada de ineficaces medidas de política fiscal y monetaria, cuyas características han sido la sumisión a los dictados al FMI, y las secuelas de mayor pobreza y desempleo sobre la población. Una pregunta fundamental que cabe hacerse respecto a la dolarización, tiene que aludir inexcusablemente a sus proyecciones no sobre la mera estabilidad del tipo de cambio, sino como instrumento para promover la producción. Ahí, en ese detalle que parece tan elemental, reside el verdadero objetivo de cualquier política económica. Es que el problema apremiante para las familias ecuatorianas, es la falta de oportunidades de empleo. En consecuencia lo verdaderamente importante no estriba en aumentar sueldos y salarios que sí es necesario sino en estimular a la construcción, la agricultura, la pesca, la minería, y la industria, con el fin de que puedan recuperar sus niveles de operación al ritmo que registraban antes de 1997.
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