ENTRE EL ILUSIONISMO Y EL TERRORISMO

Las ilusiones prometidas con la dolarización se derrumban. Lo que se anunció, en medio de un baratillo de maravillas populistas, resultó un sueño de perros. La inflación, lejos de reducirse, se dispara. Las tasas de interés en dólares superan a las de la época predolarización. Y a la arisca reactivación se la ve cercana por la simple venta de un par de electrodomésticos adicionales a raíz del día de la madre... En este contexto, una vez más, aflora el 'terrorismo económico' para apuntalar la dolarización. Cuando alguien amenaza con determinados hechos (como cuando se insistía en que estabamos "con un pie en la hiperinflación"), que aún no se presentaban o que tampoco se perfilaban, carentes de sustentos teóricos o empíricos, con el fin de sensibilizar a la opinión pública para procesar una sumisa aceptación de determinadas políticas económicas, en este caso la dolarización. Por eso preocupa que ahora, cuando se acumulan los problemas por la dolarización y cuando deberíamos discutir posibles opciones para salir de la trampa, se la quiera sostener.