CARTA A JEFFREY FRANKS, REPRESENTANTE DEL FMI

Resulta audaz su afirmación de que no tenemos alternativas de política económica, mientras alienta más de la misma receta fondomonetarista, causante de gran parte de nuestros problemas. Su receta no ha funcionado en Ecuador. La sobrecarga de protestas, justificadas por cierto, no implica ausencia de opciones. Usted lo sabe. Lo que pasa es que las ignora olímpicamente, porque no está en capacidad de reconocer el error. Y si no hubiera otra opción, habría que construirlas para superar la perversa lógica del ajuste y del desajuste sin fin. Hace un par de meses le enviamos una solución, elaborada con Jürgen Schuldt (La hora de la reactivación - El mito de la falta de alternativas, publicada por la ESPOL a fines de 1999). Los lineamientos de dicho ensayo, si es que lo leyó, los considerará utópicos o quizás hasta como una herejía económica, otra manera para cerrar la puerta a posiciones que difieran del pensamiento único. Tampoco podrá decir que la responsabilidad de los compromisos adquiridos es solo del gobierno. Bien sabemos por información de prensa, que la reciente Carta de Intención habría contado con su sumilla.