EL UNDECIMO ACUERDO

Después de una larga negociación, que para la mayoría de ecuatorianos se traduce en dolorosa agonía, por fin el Gobierno ecuatoriano firmó el acuerdo con el FMI. El hecho no alegra ni llena las expectativas a los ecuatorianos. Más bien, podría decirse, preocupa a todos, porque el acuerdo en sí lo único que representa es más deuda y sometimiento internacional que, la historia lo ha demostrado, no significan soluciones a los graves problemas por los que atraviesa el país. Sólo el tiempo dirá si lo acontecido ayer sirvió para bien o para lo mismo. Es que hay un hecho que es necesario tomar en cuenta: el acuerdo que se firmó ayer es el undécimo que se pacta con ese organismo internacional desde 1983. La experiencia con once acuerdos ya ha calado en los ecuatorianos, y dejó de ser experiencia para convertirse en una rutina tediosa y en una amenaza para muchos cuando después de la firma de cada uno de los diez acuerdos anteriores la situación nacional, lejos de arreglarse como se prometió, ha empeorado.