GRADUALISMO, SHOCK O INACCION, NO ES LA CUESTION

El ministro de Finanzas, Jorge Guzmán, habla de sincerar la economía. Empecemos por entender el alcance de dicho sinceramiento, que no es sincero, ya que no considera los salarios. Detrás de la afirmación ministerial asoman otras razones. Sin alzas de los combustibles, de la electricidad y los teléfonos, no habrá privatizaciones, así de fácil. Si las tarifas no suben a niveles adecuados, no habrá interesados en comprar las centrales de generación, ya que al Estado le será difícil mantener la ineficiencia subsidiada en Emelec, Electroquil, Ecuapower. Además, del manejo de los subsidios como política social, afirma que sin negar la urgencia de una revolución en el manejo social, tengamos presente que no hay espacio para un neoliberalismo con rostro humano, menos aún sustentado en un tipo de cambio irrevocable, como el que introduce la dolarización. Con ella sufre estructuralmente lo social y lo ecológico. En consecuencia, lo mejor que podemos hacer dentro de la dolarización es prepararnos ya para salirnos de ella. Y lo más rápido posible.