CUIDADO CON LAS INCONSISTENCIAS

Han empezado nuevamente las discusiones públicas sobre cuál es la mejor alternativa para llevar adelante la corrección de los precios de los servicios ofrecidos por el Estado. Se destacan dos propuestas antagónicas: un ajuste definitivo y la opción de los ajustes graduales. El problema, más allá de sus indiscutibles impactos sociales, radica en escoger una opción que contribuya rápidamente a crear el ambiente de estabilidad que tanto se ofreció, ayude a las finanzas públicas, y simultáneamente posibilite la inversión privada en estos sectores. Para eso es necesario especificar el componente tributario que determina el precio al consumidor, y dejar que de ahí en adelante trabaje el mercado bajo condiciones macroeconómicas equilibradas. Con la dolarización tienen que acabarse los programas de ajuste, sino donde está el cambio. Mientras más se demore este proceso, menos evidentes serán las fortalezas de la dolarización.