NO MAS DOBLES DISCURSOS

Dolarización es sinónimo de sinceramiento económico. Pero también implica trasparentar el discurso, no solo político, sino empresarial. En este punto, los gremios productivos de Sierra y Costa arrastran un saldo en rojo. El empresariado votó por la dolarización. La fijación de precios de mercado de bienes y servicios siempre fue parte de la ecuación dolarizadora, teniendo como correlato obligado el fuerte sacudón político y un alto costo social. Que no se diga, entonces, que se ignoraba lo que se venía. Ante esta realidad solo caben dos alternativas: alzar los precios de una sola vez, o hacerlo paulatinamente. El Ministro de Finanzas lidera la postura radical; mientras que al presidente de la República le gusta el gradualismo. Desde el punto de vista económico, el gradualismo es una agonía prolongada. El shock es un golpe seco que puede frenar el inaguantable sufrimiento de una inflación dolarizada.