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EL RETO ES PRODUCIR CONFIANZA

Tema(s): En: El Comercio 15 ene. 2000, p. A. 3Resumen: La dolarización es una camisa de fuerza que reclama, disciplina, perseverancia y una larga serie de reformas urgentes y simultáneas en frentes paralelos. En ese plano, la dolarización no solo marca un terreno de juego sino que implica reglas de juego, actores con nuevas actitudes y, costos. El Gobierno aún no ha dicho cómo piensa enfrentar el golpe para las capas de la población que viven en los márgenes. No es el único problema para un Gobierno que embarcó al país en una empresa que lo obliga a hacer, en lapsos excepcionales, lo que rehusó durante meses: decidir, impulsar cambios a ritmo de fórmula uno, enfrentar a esas elites corruptas que han vivido del Estado, abandonar ese estilo-pizarrón que lo ha tenido prisionero de una visión tecnocrática y no política y alejado por completo de la participación activa de la nación. Pero sobre todo el Gobierno está forzado a convertirse en una maquinaria destinada a producir confianza: sin ese ingrediente la dolarización solo será un sistema cambiario sin futuro.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO RESUM-022483 (Navegar estantería(Abre debajo)) El Comercio. 15 ene. 2000, p. A. 3 Disponible

La dolarización es una camisa de fuerza que reclama, disciplina, perseverancia y una larga serie de reformas urgentes y simultáneas en frentes paralelos. En ese plano, la dolarización no solo marca un terreno de juego sino que implica reglas de juego, actores con nuevas actitudes y, costos. El Gobierno aún no ha dicho cómo piensa enfrentar el golpe para las capas de la población que viven en los márgenes. No es el único problema para un Gobierno que embarcó al país en una empresa que lo obliga a hacer, en lapsos excepcionales, lo que rehusó durante meses: decidir, impulsar cambios a ritmo de fórmula uno, enfrentar a esas elites corruptas que han vivido del Estado, abandonar ese estilo-pizarrón que lo ha tenido prisionero de una visión tecnocrática y no política y alejado por completo de la participación activa de la nación. Pero sobre todo el Gobierno está forzado a convertirse en una maquinaria destinada a producir confianza: sin ese ingrediente la dolarización solo será un sistema cambiario sin futuro.

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