UN CAMINO INCIERTO

Hay quienes defienden la dolarización como la única alternativa para una economía que se hunde, donde los salarios y los ingresos, en general, se evaporan día a día en la vorágine inflacionaria. Consideran que un tipo de cambio fijo permitirá recuperar la confianza en el país con el objeto de invertir y aumentar la producción. Aseguran que las tasas de interés se reducirán al igual que serán, casi inamovibles, los precios de los productos. Pero, hay aquellos que dudan de su poder "curativo" de los males ecuatorianos. Consideran que llegar a la dolarización significará un shock de primer impacto en donde los precios de los servicios y los combustibles se incrementarán a niveles internacionales, no así los salarios, que aunque en dólares, no tendrán el poder de adquirir lo que el trabajador requiere. Perderán los exportadores puesto que todos sus gastos deberán ser transformados a la misma moneda.