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LA TRAGICOMEDIA DE PABLO BETTER

Por: Tema(s): En: El Comercio 7 ene. 2000, p. A. 4Resumen: El presidente del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), Pablo Better, señaló que convertibilidad y dolarización no hacen parte de su ideario. Tampoco la fijación del tipo de cambio o la incautación de divisas, prefiere una salida de mercado a la crisis monetaria. No es el único que piensa así. Políticos como Rodrigo Borja o técnicos como la gerente del Banco Central del Ecuador (BCE) comparten esta propuesta. El problema es que, en economía, lo cotidiano no siempre es compatible con lo académico. Las fronteras del mercado nacional lo marcan pocos -pero poderosos- agentes financieros, junto a un privilegiado grupo de especuladores profesionales. Ellos, en combinación o por separado, controlan el mercado cambiario ecuatoriano. Este dúo domina los resortes financieros y técnicos del sistema de cambios e impone a los demás las reglas que manejan. Ambos actúan bajo una especie de impunidad legal que, en lugar de castigar, premia las prácticas usureras y monopólicas. Los demás actores del mercado hacen parte de este juego, que por numerosa que sea no tiene el poder suficiente para controlar el campo de juego.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO RESUM-022312 (Navegar estantería(Abre debajo)) El Comercio. 7 ene. 2000, p. A. 4 Disponible

El presidente del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), Pablo Better, señaló que convertibilidad y dolarización no hacen parte de su ideario. Tampoco la fijación del tipo de cambio o la incautación de divisas, prefiere una salida de mercado a la crisis monetaria. No es el único que piensa así. Políticos como Rodrigo Borja o técnicos como la gerente del Banco Central del Ecuador (BCE) comparten esta propuesta. El problema es que, en economía, lo cotidiano no siempre es compatible con lo académico. Las fronteras del mercado nacional lo marcan pocos -pero poderosos- agentes financieros, junto a un privilegiado grupo de especuladores profesionales. Ellos, en combinación o por separado, controlan el mercado cambiario ecuatoriano. Este dúo domina los resortes financieros y técnicos del sistema de cambios e impone a los demás las reglas que manejan. Ambos actúan bajo una especie de impunidad legal que, en lugar de castigar, premia las prácticas usureras y monopólicas. Los demás actores del mercado hacen parte de este juego, que por numerosa que sea no tiene el poder suficiente para controlar el campo de juego.

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