EL MERCADO INTERNO TAMBIEN EXISTE

El país requiere de una profunda transformación del aparato productivo, dirigida a fomentar el ahorro interno, la inversión equilibrada y la generación de empleo. Hay que estimular la demanda doméstica con una adecuada política salarial y con líneas de crédito que alienten la producción de las empresas pequeñas y medianas del campo y la ciudad, a lo cual debería sumarse una masiva inversión pública en el campo de la construcción, particularmente para la reconstrucción de la Costa. Lo que cuenta es la utilización concertada de los recursos y capacidades locales. Todo lo cual exige niveles de creciente equidad, que el modelo aperturista ni siquiera los considera. Este sería el momento ideal para que una recuperación del mercado interno permita superar la depresión y sentar las bases de un desarrollo sostenido.