¿QUE HACER?
Tema(s): En: Hoy 14 abr. 1999, p. A.4Resumen: La crisis se nos viene encima con todo. El desconcierto es generalizado. Y en este caos, algunas "soluciones" afloran cual chantajes, tal es el caso de la propuesta de las cámaras de la producción, en especial de Guayaquil. Así, mientras escasean los espacios para discutir posibles alternativas -inclusive la propuesta de las Cámaras-, la población se pregunta: ¿qué hacer?. El problema de fondo persiste. No hay dinero suficiente para satisfacer las necesidades y dinamizar la economía. Sin dejar de reclamar cambios profundos en el manejo macroeconómico, urge construir respuestas propias que podrían sustentarse en un medio de intercambio social. En términos técnicos hablaríamos de un sistema monetario de intercambio heterodoxo: una cuestión relativamente simple, si logramos que nuestras economías funcionen con alguna forma de moneda, cuya emisión no requiera la bendición estatal y cuya confianza sea garantizada por la comunidad. Estos dineros, que no pueden ser incautados y tampoco atesorados, aumentan el control de los procesos productivos por parte de los propios interesados, con lo cual se sembraría el germen de una nueva economía más solidaria y sustentable.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-020859 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Hoy. 14 abr. 1999, p. A.4 | Disponible |
La crisis se nos viene encima con todo. El desconcierto es generalizado. Y en este caos, algunas "soluciones" afloran cual chantajes, tal es el caso de la propuesta de las cámaras de la producción, en especial de Guayaquil. Así, mientras escasean los espacios para discutir posibles alternativas -inclusive la propuesta de las Cámaras-, la población se pregunta: ¿qué hacer?. El problema de fondo persiste. No hay dinero suficiente para satisfacer las necesidades y dinamizar la economía. Sin dejar de reclamar cambios profundos en el manejo macroeconómico, urge construir respuestas propias que podrían sustentarse en un medio de intercambio social. En términos técnicos hablaríamos de un sistema monetario de intercambio heterodoxo: una cuestión relativamente simple, si logramos que nuestras economías funcionen con alguna forma de moneda, cuya emisión no requiera la bendición estatal y cuya confianza sea garantizada por la comunidad. Estos dineros, que no pueden ser incautados y tampoco atesorados, aumentan el control de los procesos productivos por parte de los propios interesados, con lo cual se sembraría el germen de una nueva economía más solidaria y sustentable.
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