EL DEFICIT FISCAL A CALZON QUITADO

Respecto al problema del déficit opina que un recorte sustantivo del servicio de la deuda se torna cada vez más urgente. Obras sociales, reactivación y, paradójicamente, hasta una posterior atención de las propias obligaciones externas se alcanzarían por esta vía. Entre las múltiples formas para hacerlo están el canje de los Bonos Brady por nuevos bonos con períodos de vencimiento más largos y un significativo lapso de gracia, o la recompra inteligente de dichos bonos; condonaciones de la deuda bilateral -Club de París-; y, hasta la eliminación de deudas multilaterales, tal como lo logró Bolivia. En paralelo -sin dejar de racionalizar el gasto, combatir los privilegios y mejorar con equidad los ingresos fiscales- urge una salida global: empezar el nuevo milenio sin deuda externa es el reclamo cada vez más extendido en el mundo. Salgamos de la trampa financiera de la deuda, coloquémosla en el nivel que le corresponde, el político.