ECOS DE LA GUERRA DEL OLEODUCTO
Tema(s): En: Hoy 16 jul. 1997, p. A.4Resumen: Luego de los intentos en los dos últimos gobiernos, el actual régimen pretende ampliar el SOTE a 410 mil barriles diarios (440 mil con la ayuda de químicos). La obra incluye infraestructura adicional para el almacenamiento y comercialización por US121 millones, mucho menos que los dos proyectos anteriores, y sería financiada por las compañías petroleras, vía anticipo del pago de la tarifa de transporte, con una baja tasa de interés. La idea parece interesante, pero surgen algunas dudas. Las empresas petroleras buscan, más que participar en un buen negocio, asegurar un espacio para el transporte de su crudo, cuyo costo de extracción es oneroso comparado con el del crudo de PETROECUADOR. Al parecer las compañías quieren asegurar excesivas ventajas en los "acuerdos básicos", sin que la empresa estatal obtenga un espacio adicional para el transporte de su crudo, que es el que más réditos da al país. Para el proyecto existen otras fuentes de financiamiento más baratas y con menos riesgos: créditos a la banca multilateral o privada, créditos de proveedores, emisión de obligaciones de PETROECUADOR, entre otras. Por lo tanto no conviene exagerar las concesiones para congraciarse con las empresas extranjeras, como sucedió con la Maxus en el gobierno de Rodrigo Borja.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-011314 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Hoy. 16 jul. 1997, p. A.4 | Disponible |
Luego de los intentos en los dos últimos gobiernos, el actual régimen pretende ampliar el SOTE a 410 mil barriles diarios (440 mil con la ayuda de químicos). La obra incluye infraestructura adicional para el almacenamiento y comercialización por US121 millones, mucho menos que los dos proyectos anteriores, y sería financiada por las compañías petroleras, vía anticipo del pago de la tarifa de transporte, con una baja tasa de interés. La idea parece interesante, pero surgen algunas dudas. Las empresas petroleras buscan, más que participar en un buen negocio, asegurar un espacio para el transporte de su crudo, cuyo costo de extracción es oneroso comparado con el del crudo de PETROECUADOR. Al parecer las compañías quieren asegurar excesivas ventajas en los "acuerdos básicos", sin que la empresa estatal obtenga un espacio adicional para el transporte de su crudo, que es el que más réditos da al país. Para el proyecto existen otras fuentes de financiamiento más baratas y con menos riesgos: créditos a la banca multilateral o privada, créditos de proveedores, emisión de obligaciones de PETROECUADOR, entre otras. Por lo tanto no conviene exagerar las concesiones para congraciarse con las empresas extranjeras, como sucedió con la Maxus en el gobierno de Rodrigo Borja.
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