ENTRE LA MALA MEMORIA Y LA HIPOCRESIA

Los anuncios de nuevos racionamientos de electricidad han hecho que se vuelva a hablar de la desaparición del INECEL. Ante esto hay que recordar que en 1961, cuando fue creado, había 1.106 centrales de generación, con una capacidad igual a una sola de las unidades de Paute. En aquella época también nace EMELEC, que ha mantenido su rentabilidad gracias a una utilidad mínima pagada por el Estado. También hay que tener en cuenta que la crisis de la deuda externa impidió que el INECEL tenga los recursos para obras previstas oportunamente, como el proyecto Mazar. Además, al Instituto se le negó una política tarifaria de mercado y aún la recuperación de sus gastos cuando había elevaciones de tarifas, pues los ingresos se congelaban en nombre del equilibrio macroeconómico. Luego el ex-vicepresidente Dahik frenó la construcción de varias plantas térmicas, por razones privatizadoras. Este escenario desnuda una estrategia que busca generar un rechazo contra el INECEL y favorecer esquemas que permitan la inversión privada. Una situación similar se dio con la competencia en las gasolineras. En 1994 se duplicó elprecio de la gasolina y las utilidades subieron del 4 al 11 por ciento, para luego alcanzar un 20 por ciento, porcentaje mayor al que recibe PETROECUADOR, que refina, transporta y almacena la mayoría de los derivados. Además se estableció un oligopolio con la obligación de las gasolineras de afiliarse a una comercializadora. La competencia no cuenta, sino sólo el negocvio privado.