REGRESIVIDAD TRIBUTARIA

Al revisar las recaudaciones del ICE en lo que tiene que ver con licores y cigarrillos se puede apreciar que en los últimos años su monto ha estado íntimamente vinculado con el nivel de las tarifas y con las condiciones de la economía. En efecto, entre 1993 y 1995, el impuesto a los consumos especiales decreció al comparar sus recaudaciones frente a las importaciones de bienes de consumo duradero. En 1993, las recaudaciones representaron el 53 por ciento, de las mencionadas importaciones, y este índice bajó sucesivamente al 35 por ciento en 1994 y 21 por ciento en 1995. Fue precisamente la baja de las tarifas que se dió en 1996 lo que permitió que comience el ascenso de las recaudaciones que ahora representan el 28 por ciento de las referidas importaciones, pese a los volúmenes muy altos de contrabando que se dieron en los cuatro últimos meses de 1996. En cuanto al monto de las recaudaciones, el ICE bajó de S/. 248 mil millones a S/. 209 mil millones entre 1994 y 1995 y, precisamente, gracias a una revisión de las tarifas, subió a S/. 280 mil millones en 1996. Existe una relación directa entre la tarifa del ICE a los cigarrillos y el contrabando, pues cada vez que se incrementa tal gravamen, el mercado se ve inundado por productos de contrabando. Así tenemos que en 1994 en que se aplicaba un ICE del 103 por ciento, la demanda de cigarrillos era de alrededor de 160 millones de cajetillas de 20 cigarrillos, de los cuales el contrabando representaba un 8 por ciento, es decir 10 millones de cajetillas, frente a 146 millones de cajetillas que representaba la producción nacional. Es fundamental recordar que el gran problema del Ecuador constituye el desempleo, subempleo y pobreza. Esta situación por la pésima política en materia triburia se ha reflejado, en el caso de la agroindustria tabacalera ecuatoriana, en una baja consistente de las hectáreas cultivadas, lo que ha determinado la eliminación de empleos directos e indirectos.