DEL GASTO PUBLICO AL GASTO DIRIGIDO

Una de las diferencias estructurales más significativas entre las economías nacionales tienen que ver con la proporción que del total del gasto (PIB)tiene directa o indirectamente el Estado bajo su control. La importancia de esta variable se deriva de los distintos criterios con que el Estado y el sector privado asignan los recursos a su disposición. En teoría, el Estado se preocupa por efectos adicionales a los de eficiencia a la hora de hacer su gasto. Temas como la equidad, la sostenibilidad, el impacto social etc, son tenidos en cuenta inclusive más que el impacto del gasto sobre el crecimiento de la producción. El sector privado en cambio, mira ante todo la rentabilidad de su inversión, lo que en mercados funcionando adecuadamente significa que se maximiza la productividad del recurso utilizado. Por lo anterior, se dice que, como regla general, las economías tienden a ser más eficientes entre más bajo es el coeficiente de participación del Estado en el ingreso nacional. Esta relación se mide usualmente con la existencia entre el gasto público a todo nivel y el PIB.