CHINA DESENCANTA A LOS INVERSIONISTAS

Las empresas estatales en China atraviesan los clásicos problemas del paso de una economía planificada a una de mercado. Esto significa tecnologías envejecidas, almacenes de producción enormes y muy costosos, demasiados trabajadores y pérdidas de competitividad por la apertura del mercado. Este panorama podría generar consecuencias graves para la economía del país. Los bancos estatales destinan una parte importante de su cartera de créditos a las empresas públicas, unas compañías muy deficitarias y sujetas a duros procesos de reconversión. Así se explica el elevado porcentaje de los créditos en mora de la banca china. El problema de los bancos chinos está en la alta dependencia de las garantías del Estado. Los analistas consideran que la banca tendrá que independizarse de las garantías estatales, sin embargo, ellos siguen bajo la presión política de financiar a las deficitarias empresas públicas. Los bancos públicos también atraviesasn los problemas de transición de una economía planificada a una de mercado.