FRACASO DE POLITICAS DE ANCLAJE

Es imperativo cambiar la lógica del programa. En un modelo de apertura el tipo de cambio desempeña el principal rol para eliminar distorsiones en los precios relativos, entre los bienes transables y no transables. Esa nueva teoría de que hay que medir el tipo de cambio real por país, es por demás novedosa pero inútil. El tipo de cambio real tiene que ser ponderado de acuerdo al peso comercial. Por lo tanto se impone una política cambiaria dinámica que establezca, conformen lo indican los fundamentos que determina su nivel, un tipo de cambio real equilibrado en el largo plazo. Para lo cual se debe perseverar en la disciplina fiscal, adecuando la tributación a la situación socioeconómica de nuestro país. El programa monetario no puede estar influenciado por las intervenciones del Banco Central para incrementar las reservas internacionales, por las que se tiene que fijar un techo máximo, y el saldo producto de las exportaciones del Estado, pasar a constituir un fondo de estabilización que actúe como un seguro a los desajustes que puedan presentarse en la economía. Asímismo, el peso de la estabilización no se lo debe recargar a la política fiscal.