CONTRA VIENTO Y MAREA

Después de siete postergaciones, el 20 de abril se abrirán los sobres de la licitación para la ampliación del oleoducto. Al gobierno no le ha importado que el estudio de reservas petroleras recién haya estado listo en diciembre de 1994, cuando la licitación arrancó en marzo. Tampoco requirió de un estudio económico, el mismo que recién estuvo listo en enero de 1995 y que demuestra que el ingreso para el Estado en 20 años sería menor en US417 millones si se utiliza el ducto ampliado y no el actual. Además la empresa ganadora cobrará una tarifa de transporte de casi US2 por barril, y se le asegurarán sus ingresos por medio de un contrato de fideicomiso. Con este proyecot el gobierno programa una pérdida para el Estado a fin de garantizar mayor utilidad a la empresa adjudicataria, sin cobrar lo que corresponde a las compañías petroleras que utilicen el oleoducto. Incluso el fallecido ministro Galindo afirmó que no se puede antregar el ducto existente y el nuevo oleoducto para que sea manejado con una utilidad tan desproporcionada (acta 151 del Comité Especial de Licitaciones). ¡Qué desproporcionados serán los intereses en juego que hasta se establece una garantía de US12 millones para desalentar cualquier reclamo!