¿LA MAR DE HORAS LIBRES?

Actualmente se busca dar el salto a la modernización ampliando la jornada laboral, pero para producir más y mejor ése no es el camino. La mayoría de las jornadas reales de trabajo superan las 40 horas, pues los trabajadores requieren de ingresos adicionales, ya que el salario mínimo sólo cubre un tercio del valor de la canasta familiar. Además existen las reformas legales que permiten el trabajo compartido, la maquila y las zonas francas. Por otro lado el aumento de la jornada no mejora la situación de desempleados y subempleados, que son más de la mitad de la población en capacidad de trabajar. Por último el incremento no garantizará la productividad, pues ésta se consigue con una organización empresarial racional y creativa, que haga de la capacitación de los trabajadores una de sus principales inversiones y que ofrezca salarios dinámicos. Esto exige una revisión del régimen laboral para integrar al mayor número de personas. Este esfuerzo fructificará si se amplía el mercado doméstico con una difusión relativamente igualitaria de la propiedad y los ingresos.