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Un baño de verdad Gabriela Calderón de Burgos

Por: Detalles de publicación: Guayaquil El Universo 2015Descripción: p. 8Tema(s): Recursos en línea: En: El Universo Año 94, No. 207 (10 abr. 2015)Resumen: Rara vez tenemos la oportunidad de escuchar declaraciones como las que dio la asambleísta oficialista Betty Carrillo esta semana en Ecuavisa. Defendiendo la controversial intención del Gobierno de desconocer el aporte estatal del 40% a las pensiones, Carrillo dijo: “El error es pensar que el IESS les corresponde a los afiliados... El IESS es una institución que forma parte del Estado y por lo tanto el IESS no es solamente de los afiliados, el IESS es de todos los ecuatorianos”. El tema medular es ese: que los afiliados al IESS realmente no son dueños de sus ahorros. No deciden en qué se invierten, a qué plazos y a qué tasas. Probablemente si los afiliados realmente fuesen dueños y señores de sus ahorros, tal vez no hubieran comprado bonos del Estado ecuatoriano en tal magnitud como lo decidió hacer la Comisión Técnica de Inversiones del IESS, y si lo hicieran, es muy probable que los habrían comprado en el mercado secundario con descuento. Los afiliados tampoco deciden cuándo jubilarse, ni están en capacidad de determinar cuánto aportar a su fondo de jubilación. Tampoco hay una relación entre lo que aportan y lo que recibirán, de tal forma que es un sistema perverso que desincentiva el ahorro. Es un sistema uniforme que impone la misma cartera de inversiones a todos los afiliados, sin importar su tolerancia de riesgo ni su edad. Esto es importante para el retorno sobre las inversiones, considerando que es aconsejable realizar inversiones más agresivas al principio de la vida laboral y más conservadoras hacia el final.
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Rara vez tenemos la oportunidad de escuchar declaraciones como las que dio la asambleísta oficialista Betty Carrillo esta semana en Ecuavisa. Defendiendo la controversial intención del Gobierno de desconocer el aporte estatal del 40% a las pensiones, Carrillo dijo: “El error es pensar que el IESS les corresponde a los afiliados... El IESS es una institución que forma parte del Estado y por lo tanto el IESS no es solamente de los afiliados, el IESS es de todos los ecuatorianos”. El tema medular es ese: que los afiliados al IESS realmente no son dueños de sus ahorros. No deciden en qué se invierten, a qué plazos y a qué tasas. Probablemente si los afiliados realmente fuesen dueños y señores de sus ahorros, tal vez no hubieran comprado bonos del Estado ecuatoriano en tal magnitud como lo decidió hacer la Comisión Técnica de Inversiones del IESS, y si lo hicieran, es muy probable que los habrían comprado en el mercado secundario con descuento. Los afiliados tampoco deciden cuándo jubilarse, ni están en capacidad de determinar cuánto aportar a su fondo de jubilación. Tampoco hay una relación entre lo que aportan y lo que recibirán, de tal forma que es un sistema perverso que desincentiva el ahorro. Es un sistema uniforme que impone la misma cartera de inversiones a todos los afiliados, sin importar su tolerancia de riesgo ni su edad. Esto es importante para el retorno sobre las inversiones, considerando que es aconsejable realizar inversiones más agresivas al principio de la vida laboral y más conservadoras hacia el final.

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