PREOCUPACION POR CAMBIO DE COCINAS

La reconversión de cocinas de gas licuado de petróleo (GLP) al sistema de inducción por electricidad, que promueve el Gobierno, afectaría a envasadoras y distribuidoras. Ricardo Flores, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de GLP, estima que entre el 60 por ciento y el 90 por ciento de sus 8.000 asociados dejarían la labor de manera gradual porque el cilindro ya no rotaría. "Un cilindro de gas -por lo regular- a una ama de casa le dura unos 20 días, pero cuando entren las (cocinas) de energía eléctrica ya compraría uno a lo mejor en el año", indica. Las alternativas, a decir de Flores, serían: una nueva estructura tarifaria que determinará el margen de comercialización (para empresas, transportistas, centros de acopio y distribuidores) o trabajar directamente con Petroecuador a través, por ejemplo, de empresas de economía mixta. Flores propone un 30 por ciento de ganancia sobre el precio del gas con el subsidio eliminado.