ROBANDO A LOS POBRES

Albornoz, Vicente
ROBANDO A LOS POBRES

Los subsidios indirectos en el Ecuador son una manera bastante elaborada, algo discreta y casi elegante de robarles a los más pobres del país. Desgraciadamente ningún político tiene la valentía de proponer la eliminación de esos subsidios y, para empeorar las cosas, el próximo gobierno va a disponer de abundantes recursos petroleros, lo que hará que no tenga ningún incentivo económico para corregir estas distorsiones. Para el 2006, se calcula que el subsidio al diésel será de USD 1 019 millones, según lo revela un reciente estudio elaborado por la Lupa Fiscal del Grupo Faro. Este es un monto muy cercano al que el Gobierno espera gastar en este año en educación primaria y secundaria. El subsidio al gas será de USD 435 millones, una cantidad equivalente a las tres cuartas partes de lo presupuestado para salud pública. El subsidio eléctrico cerrará el año con la importante cantidad de 123 millones. Estos subsidios indirectos muestran cómo los recursos estatales no llegan a los más pobres. Una de las características de un subsidio como el del gas es que es universal, es decir, que cualquier persona en el Ecuador puede comprar gas más barato. Eso hace que no solo se beneficien los más ricos, sino también los habitantes de los países vecinos que reciben gas y combustibles más baratos, claro que de contrabando. Desmantelar un sistema de subsidios siempre será complicado, pero mientras antes se lo haga, mejor. Ojalá el próximo gobierno, que viene anunciando su gran conciencia social, tenga el valor de pasar de las palabras a los hechos.


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